Recupera Diego Valderas el
término empoderar, caído en desuso pero que vuelve con fuerza en el
marco del desarrollo humano. Se trata de fortalecer socialmente al
pueblo andaluz para que recobre todo el protagonismo político y social
que merece. Sólo así se podrán reducir las desigualdades en Andalucía y
es esa la ardua tarea que Izquierda Unida en el gobierno de la Junta
tiene que sacar adelante.
De ello ha hablado Valderas,
precisamente, en los últimos días, en referencia al “Pacto por
Andalucía”. Un gran acuerdo político, económico y social que trasciende a
partidos y organizaciones porque tiene que contar con todo el conjunto
del pueblo andaluz si verdaderamente quiere afrontar los retos y
desafíos que Andalucía tiene por delante en los próximos 25 años.
Sin el pueblo no podrá hacerse, ha dicho
Diego Valderas, quien cree que se puede sustanciar a través de un
potente manifiesto, un nuevo contrato social con el futuro, al que
también se liguen las organizaciones políticas y sociales.
La movilización como motor del Pacto por
Andalucía se antoja un elemento esencial para defender unos
determinados parámetros, frente a las desigualdades, que no descarta la
consulta popular sobre la base de la fortaleza y el empoderamiento del
pueblo.
Por eso nuestra organización ya está
señalando el próximo 28 de febrero como una fecha de referencia para el
Pacto por Andalucía, para lo cual se hará un llamamiento a la ciudadanía
para que secunde las movilizaciones como muestra de respaldo a esta
propuesta.
Se trata de superar los anteriores
“Acuerdos de Concertación” al uso que se impulsaron por anteriores
gobiernos autonómicos con sindicatos y patronal. Este nuevo concepto de
Pacto por Andalucía, en relación con los retos de futuro a que aspira,
tiene que contar, además, con la sociedad civil organizada, con vecinos,
consumidores, voluntariado, cooperantes, economía social y otros, si
verdaderamente queremos conseguir que Andalucía vuelva a ocupar el lugar
que merece en el estado español.
Todo un desafío estratégico pero vital,
por necesario y por oportuno, en tanto que se trata de construir, entre
todas y todos, un nuevo modelo que supere la injusticia social y que
recupere los valores importantes, la libertad, la mejora de la
democracia a través de la participación, un reparto de la riqueza más
proporcional, el derecho al trabajo o a la vivienda, a la educación o a
la salud públicas, así como los grandes enunciados que harán de
Andalucía una tierra en la que los derechos y los deberes de las
personas den sentido a la vida en colectividad