miércoles, 9 de enero de 2013

Empoderar al pueblo andaluz

Miércoles, 09 Enero 2013


Recupera Diego Valderas el término empoderar, caído en desuso pero que vuelve con fuerza en el marco del desarrollo humano. Se trata de fortalecer socialmente al pueblo andaluz para que recobre todo el protagonismo político y social que merece. Sólo así se podrán reducir las desigualdades en Andalucía y es esa la ardua tarea que Izquierda Unida en el gobierno de la Junta tiene que sacar adelante.

De ello ha hablado Valderas, precisamente, en los últimos días, en referencia al “Pacto por Andalucía”. Un gran acuerdo político, económico y social que trasciende a partidos y organizaciones porque tiene que contar con todo el conjunto del pueblo andaluz si verdaderamente quiere afrontar los retos y desafíos que Andalucía tiene por delante en los próximos 25 años.

Sin el pueblo no podrá hacerse, ha dicho Diego Valderas, quien cree que se puede sustanciar a través de un potente manifiesto, un nuevo contrato social con el futuro, al que también se liguen las organizaciones políticas y sociales.

La movilización como motor del Pacto por Andalucía se antoja un elemento esencial para defender unos determinados parámetros, frente a las desigualdades, que no descarta la consulta popular sobre la base de la fortaleza y el empoderamiento del pueblo.
Por eso nuestra organización ya está señalando el próximo 28 de febrero como una fecha de referencia para el Pacto por Andalucía, para lo cual se hará un llamamiento a la ciudadanía para que secunde las movilizaciones como muestra de respaldo a esta propuesta.

Se trata de superar los anteriores “Acuerdos de Concertación” al uso que se impulsaron por anteriores gobiernos autonómicos con sindicatos y patronal. Este nuevo concepto de Pacto por Andalucía, en relación con los retos de futuro a que aspira, tiene que contar, además, con la sociedad civil organizada, con vecinos, consumidores, voluntariado, cooperantes, economía social y otros, si verdaderamente queremos conseguir que Andalucía vuelva a ocupar el lugar que merece en el estado español.

Todo un desafío estratégico pero vital, por necesario y por oportuno, en tanto que se trata de construir, entre todas y todos, un nuevo modelo que supere la injusticia social y que recupere los valores importantes, la libertad, la mejora de la democracia a través de la participación, un reparto de la riqueza más proporcional, el derecho al trabajo o a la vivienda, a la educación o a la salud públicas, así como los grandes enunciados que harán de Andalucía una tierra en la que los derechos y los deberes de las personas den sentido a la vida en colectividad